Como todos sabemos, y no nos sorprende, ZP decidió retirarse. De hecho, el temor de los barones socialistas a empezar la campaña electoral para los comicios del 22 de mayo con la losa de un presidente rechazado por la opinión pública y descalificado por los resultados de su gestión, ha llevado al PSOE a echar a Zapatero de la candidatura socialista.
Pero Zapatero se va a medias, apañando una decisión que solo busca beneficiar electoralmente a su partido. Su anuncio responde a una estrategia electoralista, porque no está complementado con el de la disolución del Parlamento en cuanto los plazos legales lo permitieran. Zapatero ha tenido muy en cuenta que es un lastre para el PSOE, pero no le importa seguir siéndolo para España. Por eso es falso que su decisión garantice estabilidad al país porque se ha puesto remedio para los militantes socialistas aunque nuestro país deba aguantar un año más bajo la nada gubernamental. El fracaso reconocido por Zapatero es también el fracaso de su partido.
Zapatero anuncia que se queda un año más, ¡un año más!, y anuncia más de su política: más recortes, más desconfianza, más pobreza, más paro y más problemas para el ciudadano de a pie, pero no para los militantes socialistas que ya se han liberado de su losa. ¿Que se va pero se queda?, y la buena noticia ¿dónde está? ¡vaya regalo el que nos han dejado!
Hoy asistimos de nuevo a como los socialistas confunden la parte con el todo, el PSOE con España. Nuestro ayuntamiento no es nada ajeno a dicha situación, es así como utilizan los espacios públicos para bien propio (ej, el Molí), el dinero público para su propia gestión (ej, el BIM último que alaba a la alcaldesa sin dar cuenta real de la situación de nuestro municipio: más de 5 millones de euros que dejará de deuda...), la periodista que pagamos todos y que parece de uso exclusivo para el partido socialista, etc, etc... Han convertido las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo en una carrera electoral interna, en la que cada candidato socialista va a intentar salvar el pellejo, no por el bien de los ciudadanos sino para estar bien situados internamente dentro de su partido y seguir engañandonos a todos.
¿Por qué lo que es bueno para el PSOE no va a serlo para España?, si Zapatero ya no vale para el PSOE ya no valdrá para España, ¿no? ¿Por qué el PSOE puede decidir qué quiere para su futuro y los españoles no? El pueblo siempre tiene derecho a opinar. Nuestro país debe poder elegir su salida de esta crisis.
Por otra parte, es absolutamente decepcionante que el Partido Popular sólo tenga como argumento el pedir las elecciones anticipadas aprovechando las encuestas que hasta ahora les son favorables, pero que tampoco son garantía de éxito; ya les conocemos por sus hechos en su gestión ruinosa de la comunidad valenciana. Y en la parte local ni les conocemos...
En definitiva lo que necesitamos en Benetússer y en España es una política de centro que no se enmarque en la disputa entre flancos, sino que mire hacia el objetivo común, al ciudadano de a pie y a su problemática, a la salida de una crisis que cada día se ve más lejana por intereses partidistas que en lugar de aportar soluciones para todos lo que hace es buscar soluciones para sus propios partidos.
Pero Zapatero se va a medias, apañando una decisión que solo busca beneficiar electoralmente a su partido. Su anuncio responde a una estrategia electoralista, porque no está complementado con el de la disolución del Parlamento en cuanto los plazos legales lo permitieran. Zapatero ha tenido muy en cuenta que es un lastre para el PSOE, pero no le importa seguir siéndolo para España. Por eso es falso que su decisión garantice estabilidad al país porque se ha puesto remedio para los militantes socialistas aunque nuestro país deba aguantar un año más bajo la nada gubernamental. El fracaso reconocido por Zapatero es también el fracaso de su partido.
Zapatero anuncia que se queda un año más, ¡un año más!, y anuncia más de su política: más recortes, más desconfianza, más pobreza, más paro y más problemas para el ciudadano de a pie, pero no para los militantes socialistas que ya se han liberado de su losa. ¿Que se va pero se queda?, y la buena noticia ¿dónde está? ¡vaya regalo el que nos han dejado!
Hoy asistimos de nuevo a como los socialistas confunden la parte con el todo, el PSOE con España. Nuestro ayuntamiento no es nada ajeno a dicha situación, es así como utilizan los espacios públicos para bien propio (ej, el Molí), el dinero público para su propia gestión (ej, el BIM último que alaba a la alcaldesa sin dar cuenta real de la situación de nuestro municipio: más de 5 millones de euros que dejará de deuda...), la periodista que pagamos todos y que parece de uso exclusivo para el partido socialista, etc, etc... Han convertido las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo en una carrera electoral interna, en la que cada candidato socialista va a intentar salvar el pellejo, no por el bien de los ciudadanos sino para estar bien situados internamente dentro de su partido y seguir engañandonos a todos.
¿Por qué lo que es bueno para el PSOE no va a serlo para España?, si Zapatero ya no vale para el PSOE ya no valdrá para España, ¿no? ¿Por qué el PSOE puede decidir qué quiere para su futuro y los españoles no? El pueblo siempre tiene derecho a opinar. Nuestro país debe poder elegir su salida de esta crisis.
Por otra parte, es absolutamente decepcionante que el Partido Popular sólo tenga como argumento el pedir las elecciones anticipadas aprovechando las encuestas que hasta ahora les son favorables, pero que tampoco son garantía de éxito; ya les conocemos por sus hechos en su gestión ruinosa de la comunidad valenciana. Y en la parte local ni les conocemos...
En definitiva lo que necesitamos en Benetússer y en España es una política de centro que no se enmarque en la disputa entre flancos, sino que mire hacia el objetivo común, al ciudadano de a pie y a su problemática, a la salida de una crisis que cada día se ve más lejana por intereses partidistas que en lugar de aportar soluciones para todos lo que hace es buscar soluciones para sus propios partidos.
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