Ideario Político




El Centro Democrático Liberal (CDL), es un partido político social-liberal y de Centro Progresista, afiliado a la tercera fuerza política de Europa, el Partido Europeo de Liberales Demócratas y Reformistas (ELDR), el cual tiene la convicción de que la sociedad más justa es aquella en la que el pueblo es soberano, los distintos poderes quedan repartidos y no concentrados, y las decisiones son tomadas lo más cerca posible de los ciudadanos.

El CDL busca abrir camino a las personas exaltando valores como la confianza, la igualdad, la democracia, el libre pensamiento, el respeto, la integridad, la pasión y la generosidad.

Para poder llevar a cabo una política liberal y de progreso es preciso seguir avanzando en la democracia. El liberalismo social moderno ha de fomentar la tolerancia de las ideas, el respeto a la libre espontaneidad de los individuos y de los grupos sociales, la moderación política y la huida de los radicalismos de cualquier tipo. Entendemos que la pluralidad, en todos los órdenes de la vida, es una garantía de libertad. No somos liberales conservadores, ni eso que se ha dado llamar neo-liberales, que no es sino puro economicismo desarraigado de toda sensibilidad social. Nos situamos en la tradición del liberalismo social, por eso nos identificamos como liberales progresistas.

El liberalismo que defendemos es sinónimo de Centro, en consonancia con el movimiento liberal europeo, que es la fuerza de centro en las instituciones de la Unión Europea. El Centro es una posición política concreta que busca ante todo una sociedad equilibrada, donde todos los ciudadanos, sea cual sea su condición social tengan los mismos derechos y deberes. El centro rechaza los desequilibrios que resultan de proyectos políticos situados a ambos lados del centro del espectro político y que tienden a privilegiar siempre a un mismo sector de la sociedad, a veces en contra del otro.

En el Centro Democrático Liberal (CDL) entendemos que posiciones de centro-derecha o centro-izquierda, que pueden confundir al electorado, corresponden en su mayoría a movimientos políticos que intentan corregir los desequilibrios resultantes de su ideología de origen. El Centro no es la equidistancia entre dos tendencias izquierda y derecha, si no que es donde reside la defensa de los valores de la esencia liberal.

Hemos de tener siempre presente que el poder político ha de ser un mero delegado de los ciudadanos para llevar a cabo unos compromisos previamente adquiridos con éstos. Más que nunca hace una fuerza política liberal demócrata que abra camino a las personas; una fuerza política distinta, innovadora, que no solo hable de asuntos trascendentes e importantes tan a menudo ausentes de los titulares de actualidad e ignorados por los partidos mayoritarios, sino que demuestre con hechos que hay otra forma de hacer política.